viernes, 9 de abril de 2010

Un día en el campo

Hoy, en el campo, el cielo está celeste como señal de que el día va a estar soleado. Mire a donde mire, hay infinidad de flores, que el sol hace que tengan preciosos colores.
Me siento en una raíz que sobresale de un árbol pero me voy porque está dura y rugosa. En la hierba se está mejor, que está blanda y suave. También noto en el paladar la suave brisa campestre.
Me como, sentada sobre la reconfortable hierba, unos aperitivos con miel, que están muy buenos, sobre todo, porque los ha preparado mi madre con mucho cariño.
Pero la tranquilidad dura poco, de pronto oigo el estridente sonido de unas hambrientas abejas, que se han dado cuenta de la miel que llevaba y volaban rápidamente hacia mí.
Salgo corriendo dejando los aperitivos para que no me persiguieran y me escondo en una vieja cabaña, y pasando de la estupenda fragancia de las flores al olor de la madera vieja y húmeda.

Autora: María Sánchez Piña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario